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23 de junio de 2025

Alec Subero: el dominicano que diseña cohetes y quiere llevar el espacio a RD

5 min de lectura

De Santo Domingo... ¡al espacio!

Si te dicen que un dominicano está diseñando cohetes en Estados Unidos, tú lo crees. Pero si además te dicen que quiere montar su propia industria espacial en RD, ya la cosa suena más seria, ¿verdad?

Pues eso no es ciencia ficción, es la vida real de Alec Subero, un ingeniero aeroespacial dominicano que pasó de leer enciclopedias sobre el espacio en su casa, a dirigir equipos en Blue Origin, la empresa de cohetes de Jeff Bezos. Sí, el mismo Bezos de Amazon. ¿Y tú pensando que tu mayor logro del día fue pegar una palé?

Todo empezó con una enciclopedia

Antes de los 10 años, Alec se enganchó con los misterios del universo gracias a una enciclopedia que su mamá compró. La sección del espacio lo dejó marcando. "Me la leí mil veces", dice él, y no lo dice jugando.

Desde chiquito, la cabeza le daba vueltas con preguntas como la densidad de Júpiter o cómo funcionan los transbordadores espaciales. Pero ojo, en ese momento en RD no había forma de estudiar ingeniería aeroespacial. Eso no lo detuvo. Al contrario, lo motivó.

El muchacho que se atrevió a soñar diferente

Ya en el bachillerato, Alec no quería seguir el camino típico. Pidió un libro por Amazon (cuando Amazon vendía libros, imagínate tú) y ahí encontró su vocación. Descubrió que existía una carrera dedicada a diseñar naves espaciales, y se dijo: “Esto es lo mío”.

Con el apoyo de sus padres y una cabeza bien puesta, aplicó a la universidad Embry-Riddle en Florida, una de las mejores del mundo en aeronáutica. En 1999 aterrizó allá con 18 años, sin saber lo que le esperaba, pero con la meta clarísima: algún día trabajar en la industria espacial.

No fue fácil, pero tampoco imposible

Como buen dominicano, Alec tuvo que josear. Los primeros semestres no fueron brillantes, entre el inglés y el choque cultural. Pero no se rajó. Aguantó, aprendió, y se graduó sin repetir ni una materia extra.

Su primer trabajo fue en... una librería. Sí, le tocó organizar libros y ayudar clientes. ¿Lo subestimaron? Puede ser. Pero un día, un cliente buscando libros sobre diseño de aviones quedó sorprendido con su conocimiento. ¿Y qué pasó? Le ofreció pasar por su taller. Eso abrió la primera puerta.

De ahí, fue escalando: trabajó en Cessna, luego en Sierra Nevada (donde participó en proyectos para llevar gente a la Estación Espacial Internacional) y más adelante en Virgin Galactic, donde duró diez años y llegó a ser ingeniero jefe en el desarrollo de dos naves espaciales. Ahí fue que dijo: “Aquí crecí, pero ya es hora de lo próximo”.

Blue Origin y el salto al futuro

En medio de ese camino, recibió una llamada desde Blue Origin, la empresa de cohetes de Jeff Bezos. Lo estaban buscando para un puesto grande: director de ingeniería. El proceso fue intenso, pero lo logró. Hoy, Alec lidera el desarrollo del cohete New Glenn, un monstruo tecnológico que ya tuvo su primer vuelo y que está diseñado para misiones suborbitales e incluso llegar a la Luna.

¿Y cómo se siente? A veces ni él mismo se lo cree. “Estar frente a estas naves... yo me digo: ‘¿y cómo fue que yo llegué aquí?’”, comenta con humildad.

Su sueño: cohetes criollos

Pero aquí viene lo más grande: Alec no se ha olvidado de su país. Todo lo contrario. Tiene en mente un plan: desarrollar una industria espacial en República Dominicana. Y no, no es solo para lanzar cohetes por diversión. Él quiere que los jóvenes dominicanos vean esta carrera como algo normal, como estudiar medicina o derecho.

Según él, el país tiene el talento y puede empezar en áreas como diseño, manufactura y análisis, sin necesidad de enviar satélites el primer día. Lo importante es empezar. “Quiero devolverle algo concreto a mi país”, afirma.

El mensaje pa’ los tigueres y soñadores

Alec lo tiene claro: no se trata de tener suerte, sino de estar preparado para cuando el chance aparezca. Y sobre todo, tener una meta. “Sin una meta, no hay camino”, dice. Su historia lo demuestra. No fue magia, fue visión, esfuerzo y fe.

Así que si tú, que estás leyendo esto, tienes un sueño que parece lejano, no te quites. Que si un carajito de Ocoa pudo llegar a diseñar cohetes en EE. UU., tú también puedes alcanzar lo que te propongas. Solo tienes que empezar.

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