Dominicana sube de nivel en la ONU
Este lunes, la República Dominicana fue elegida vicepresidenta regional en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano. ¿Qué significa eso? Que nuestro país no solo está participando, está liderando, junto a Brasil, a toda Latinoamérica y el Caribe en uno de los temas más urgentes del planeta: el futuro del mar.
La noticia se dio a conocer en Niza, Francia, donde se está celebrando la conferencia. El anuncio vino nada menos que del presidente de Costa Rica, Rodrigo Chávez, copresidente del evento. Y como parte del “ascenso”, a RD le toca este martes dirigir la plenaria. Ahí estaremos al frente, con voz propia, proponiendo y guiando.
¿Y quién está allá representándonos?
Encabezando la delegación está el presidente Luis Abinader, acompañado por un equipo que sabe de lo que habla:
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Paíno Henríquez, Ministro de Medio Ambiente
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Max Puig, experto en cambio climático
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Jimmy García Saviñón, autoridad en asuntos marítimos
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David Puig, embajador en Francia
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Wellington Bencosme, nuestro embajador ante la ONU, quien será el que tome la palabra en la plenaria
No estamos improvisando. RD llegó preparada y con los tapones bien puestos.
¿Y por qué esto es importante?
Porque el océano no es solo mar bonito pa’ turistas. Es vida, economía, comida, clima. Es lo que nos conecta con el mundo.
Esta cumbre de la ONU no es palabrería: aquí se definen acuerdos y acciones concretas para salvar los océanos de amenazas reales como la contaminación, la sobrepesca y el cambio climático.
Que nos elijan vicepresidentes no es casualidad. Es un voto de confianza. Es una forma de decir: “RD lo está haciendo bien, vamos a escucharla”.
Abinader habló claro: justicia y unión pa’ cuidar el mar
En su discurso, el presidente Abinader no fue con rodeos. Dijo que el mundo necesita actuar ya. Que no basta con buenas intenciones, que hace falta una alianza internacional, con justicia oceánica y cooperación entre países.
En palabras más simples: que si queremos proteger el mar, hay que hacerlo juntos y de forma justa. Que no solo los países grandes decidan, que todos tengamos voz.
¿Y esto cómo nos toca a nosotros aquí?
Muchísimo. Somos una isla. Nuestra gente vive del mar. De la pesca, del turismo, del transporte. Si el océano se daña, perdemos todos.
Esta oportunidad de tener un rol protagónico en una conferencia global es una forma de cuidar lo nuestro y poner el nombre de República Dominicana en el mapa de las decisiones que importan.
Conclusión: estamos donde hay que estar
Lo que pasó en Francia no fue suerte. Fue el resultado de trabajo, visión y compromiso.
Y si seguimos por ahí, poniendo el corazón y defendiendo lo que es nuestro, no hay duda: el futuro del mar también tendrá acento dominicano.
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